Quería aprovechar la primera entrada en el blog de esta nueva web para presentar El Ático (taller de novias) a quienes no lo conozcan.
La semana pasada, Alba de Lluvia de Arroz, me hizo unas preguntas para mostrarles a sus clientas la forma de trabajar que tenemos, y me gustaría aprovechar esa entrevista para enseñároslo.
Os invito a conocer la web (que, siendo fieles a nuestra filosofía slow, nos lo hemos tomado con calma) y ¡espero que os guste!
¿QUÉ ES EL ÁTICO?
Para empezar, diría que es una tienda multimarca de vestidos de novia; pero no solo es eso, ya que trabajamos como un atelier de forma completamente personalizada. Eso significa que, aunque tenemos un muestrario de vestidos de novia de distintos diseñadores, tenemos margen para modificar y diseñar contigo tu vestido final, partiendo de patrones y bases que ya han sido elaborados y sabemos que sientan bien.
Por otro lado, físicamente, el ático es un espacio diáfano (actualmente un ático) lleno de privacidad. Creemos que es muy importante que la novia se sienta cómoda, como en casa, y que pueda probarse diferentes looks y moverse con ellos; para ello cerramos el espacio con cada clienta y así no se siente observada. En mi opinión, ver como una novia se mueve dentro de un vestido te da una pista infalible sobre si ha encontrado su estilo o no.
Esto me lleva a hablar de la filosofía que nos mueve en el día a día y en el trabajo. Pienso que tenemos que ser fieles a nuestros valores y a nosotros mismos y responsables con el mundo que nos rodea. De hecho, el ático nació como un proyecto personal (porque conectamos con personas) en donde aunar mi trayectoria profesional en el mundo de la moda y mi forma de vida más slow, disfrutando del proceso de creación de un vestido, como algo con un valor simbólico y atemporal, y tratando de cuidar a nuestros colaboradores y respetar y valorar los materiales con los que trabajamos y el proceso artesano de confección.
¿CUÁL ES EL PROCESO DE TRABAJO CON UNA NOVIA DESDE QUE LLEGA AL ÁTICO POR PRIMERA VEZ?
Cuando una novia entra por primera vez en el ático, nuestra intención siempre es conectar con ella, conocerla, descubrir qué novia quiere ser y ayudarla a conseguirlo. Esto parece fácil pero no siempre es así, ya que un error muy común entre las novias, cuando les preguntas cómo se imaginan vestidas el día de su boda, es decirme detalles del vestido como si quieren escote pico en vez de caja o manga larga o ¾ , y esos son detalles que la mayoría de las veces se pueden retocar en el patrón final de su vestido. Lo realmente importante es que conozcan su estilo y que sepan que quieren transmitir ese día y en función de eso elegirán un vestido de novia informal, un vestido de novia minimalista, un vestido de novia atemporal… También hay que tener en cuenta la época del año en la que se casan y el lugar elegido para la celebración. No es lo mismo casarse en una finca privada, de mañana, en verano o en un hotel de ciudad, de noche, en otoño. Y todo eso hay que tenerlo en cuenta.
Una vez captado el estilo de la novia, todo va más rápido, ya que nos centramos en definir el vestido en sí: las siluetas, los detalles (puños, cinturillas, mangas, escotes…) y los tejidos.
Una vez tienen claro el modelo, se toman medidas y se pone en marcha el resto del proceso de confección, del que se encarga el taller. En el taller, preparan el patrón de cada novia, se cortan los tejidos y se confecciona de forma artesanal cada vestido. Este proceso dura unos 3 meses.
Después, en el ático recibimos nuevamente el vestido a medio confeccionar para terminar de montarlo en cada novia y conseguir así unos acabados perfectos.
Los plazos recomendados para todo el proceso son de unos 6 meses, por lo que empezar a buscar vestido sobre 8 meses antes de la boda es algo recomendable para que la decisión que se tome sea segura y acertada y nunca basada en detalles como que el tiempo apremia.
Además, creo que es una experiencia para disfrutar desde el primer día y dedicarle el tiempo necesario…